Boca fue uno de los primeros clubes en cortar la actividad del voley masculino y femenino tras el anuncio de cuarentena obligatoria. Paró el lunes 16 de marzo y esa misma semana el cuerpo técnico comenzó a planear como llevar a cabo y de que trataría el entrenamiento virtual. Esto incluye que entrene los cinco días de la semana con un preparador físico y seguimiento por parte del entrenador y ayudantes.
El sistema de entrenamiento está pensado exclusivamente para producir el menor daño posible en los jugadores evitando lesiones, objetivo logrado hasta el día de la fecha, ya que no se registró ningún tipo de trabajo diferenciado por problemas físicos. También el cuerpo técnico brinda charlas colectivas e individuales, se muestran videos tácticos y algunas sugerencias técnicas de cada jugador del voley masculino.
Sin fecha de regreso
Las federaciones aún no oficializaron ninguna competencia del voley masculino. El club se mantiene expectante a la toma de decisiones ya que una vez que esté confirmado el tipo de torneo podrá evaluar la forma correcta de volver a las instalaciones del Xeneize mediante el protocolo sanitario correspondiente.
Hasta el momento Boca piensa en la puesta a punto para competir en 2021. La participación de la División de Honor está garantizada, pero no se descartó la posibilidad de sumar prestigio a su temporada, ya que fue invitado a participar de la Liga A1 masculina. Por el contexto de la pandemia se dio una prórroga en la fecha de inscripción que vence el 15 de octubre aunque el club aún no dio una respuesta ante la posible participación.
Participar de ambos torneos no sería una contrariedad por un motivo principal ya que la parte fuerte del torneo metropolitano no es en la misma fecha que la Liga Nacional. Hay un antecedente reciente. El club, durante 10 años, participó en simultáneo de ambas competencias sin ningún problema en su rendimiento. Fue desde el 2005 hasta el 2014.
Gonzalo Orué